Antes del solsticio de invierno de 1994 viajé a Orlando, Florida donde conocí a mi Maestro. El 25 de Diciembre me reuní con un grupo de amigos y profesores de Kundalini Yoga en México DF. El Maestro llegó a mediados de Enero justo cuando mi billete tenia la fecha de regreso a Barcelona! Por cuestiones inexplicables pude cambiar la fecha de regreso y atender al maestro durante los días del curso que dió en México DF. Tres días después -por carretera- viajamos un grupo de amigos hacía Acapulco al Hotel Princess donde Yogui Bhajan pasaría diez días de descanso. Por cuestiones nuevamente inexplicables pude cambiar por segunda vez el billete que cuando compré en Barcelona me aseguraron no permitía cambio alguno.


Los días en el Princess junto al Maestro fueron autenticas vacaciones. Cada mañana llegaba a su habitación para darle las flores y me recibía con una gran sonrisa y un "My Doctor" que reafirmaba mi satisfacción de ayudar a las personas que me lo pedían. Han pasado unos cuantos años desde entonces y el método para diagnosticar las flores de Bach lo he ido ajustando para conseguir cubrir las necesidades emocionales que la persona tiene en desequilibrio o trabajar en mejorar los aspectos de la personalidad que el paciente necesita armonizar para ir evolucionando hacia un ser estable tanto físico, como mental y emocionalmente.





jueves, 12 de marzo de 2015

Somos los creadores de nuestras propias caras



Cuando una planta comienza a crecer lo hace de un modo perfecto y uniforme. Las primeras hojas y brotes son idénticos en cada en cada uno de los individuos de esa especie, pero las condiciones particulares existentes en cada lugar irán lentamente distorsionando y condicionando el crecimiento de la planta de un modo que, con el tiempo, será característico de cada una de ellas concreto. Así un árbol expuesto a los vientos marinos del oeste se dobla de un modo particular, mientras que otro que crece junto a un muro puede quedar desmochado de un lado o deforme. En ambos casos el árbol concreto al que miramos es sólo una variación del crecimiento a partir de lo que puede considerarse como la 'imagen perfecta' del árbol tipo de esa especie.

Lo mismo sucede con los seres humanos, los patrones psicológicos particulares crean un ritmo especifico en el cuerpo que puede distorsionar su funcionamiento normal. Un árbol no puede rehacer su forma, pero al hombre le es posible cambiar de forma activa sus condiciones físicas al modificar sus patrones psicológicos de vida. Si una persona que ha sufrido constantemente de miedo pue de liberarse de ese miedo ello tiene un efecto real observable sobre el cuerpo físico. Los remedios de Bach pueden pueden instrumentar la aparición de esos cambios. Si suponemos que cualquier estado psicológico, tal y como Bach los define, tiene un patron particular asociado y que ese patrón actúa como una lente que distorsiona la luz pura que irradia del alma de hombres y mujeres, entonces los remedios actúan y permiten el libre paso de la energía clara y pura hacia el cuerpo físico.

Extracto de Remedios Florales del Dr. Bach, Julian Barnard.

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