Antes del solsticio de invierno de 1994 viajé a Orlando, Florida donde conocí a mi Maestro. El 25 de Diciembre me reuní con un grupo de amigos y profesores de Kundalini Yoga en México DF. El Maestro llegó a mediados de Enero justo cuando mi billete tenia la fecha de regreso a Barcelona! Por cuestiones inexplicables pude cambiar la fecha de regreso y atender al maestro durante los días del curso que dió en México DF. Tres días después -por carretera- viajamos un grupo de amigos hacía Acapulco al Hotel Princess donde Yogui Bhajan pasaría diez días de descanso. Por cuestiones nuevamente inexplicables pude cambiar por segunda vez el billete que cuando compré en Barcelona me aseguraron no permitía cambio alguno.


Los días en el Princess junto al Maestro fueron autenticas vacaciones. Cada mañana llegaba a su habitación para darle las flores y me recibía con una gran sonrisa y un "My Doctor" que reafirmaba mi satisfacción de ayudar a las personas que me lo pedían. Han pasado unos cuantos años desde entonces y el método para diagnosticar las flores de Bach lo he ido ajustando para conseguir cubrir las necesidades emocionales que la persona tiene en desequilibrio o trabajar en mejorar los aspectos de la personalidad que el paciente necesita armonizar para ir evolucionando hacia un ser estable tanto físico, como mental y emocionalmente.





lunes, 25 de mayo de 2015

Verbena - Entusiasmo




Edward Bach encontró la deva de la verbena y advirtió que era la planta medicinal adecuada para las personalidades intensas, impulsivas e hiperactivas. Verbain atempera el carácter exaltado de Marte con la dulzura de Venus, transformando su fanatismo en un iedealismo moderado de modo que pueda " estar en condiciones de emplear su gran energía interior de una manera más acertada y amable en una misión que valga la pena".
Le gusta trabajar bajo presión. Lleva todo al máximo y no renuncia hasta haber conseguido un resultado perfecto. Cuando se propone algo lo tiene que llevar hasta el fin. Conoce su fuerza, la persona esta absolutamente convencida de la autenticidad de sus opiniones y se considera autorizada a convencer a los demás de ello. Le importa mucho convencer a su entorno de algo que usted considera correcto. Lo que inicia lo continua con gran ardor y no hay muchas personas que se le puedan oponer.
Pero ¿no se da cuenta a veces que actúa siguiendo un impulso interior que le lleva más allá de la meta y que consume así todas sus reservas? ¿Que una vez lanzada al galope ya no puede dominar al caballo y cae víctima de su necesidad de perfección y de ser consecuente? ¿Observa en ocasiones que ha perdido el control y que no puede renunciar a su costumbre de imponer sus convicciones a la fuerza y contra todo tipo de resistencia, que no puede relajarse ni conseguir el reposo?
Su remedio es verbena, que se obtiene de las diminutas flores de esta planta. Le puede ayudar a controlar sus fuerzas y a ser su propia dueña. Le permite distanciarse de usted misma de modo que puede realizar sus propósitos de manera más relajada. 
Es posible que haya conseguido grandes éxitos, que haya impuesto sus convicciones y que haya llevado a otras personas bajo su influencia. Pero ¿ ha unido en un nexo superior sus capacidades y ha servido a un sentido más alto?  ¿ Se concedea sí misma y a sus semejantes el necesario descanso y la relajación, puede pasar por alto sus debilidades humanas, tolerar sus opiniones distintas y dejarles vivir a su manera?
¿O es quizá la víctima de su energía y del afán con el que acostumbraba a hacer todo, su perfeccionismo y su sentido de la consecuencia: fanática, inflexible y desagradable, intranquila y tensa?
La verbena le hará ver que la vida no solo necesita tensión sino también relajación, que hay una inspiración y una espiración, un estar despiertos y un dormir. No le quitará la capacidad de dar  un gran rendimiento pero le recordará que tampoco es perfecta. Le pondrá en condiciones de permitir a otras personas vivir a su manera y le hará comprender que el perfeccionismo que espera de usted o de los demás no es más que una manía. Vera que la vida funciona según unos principios y leyes diferentes a los que launilateralidad de su convicción le ha mostrado, y será capaz de continuar desarrollando su opinión actual, considerada hasta ahora inamovible. Con ello puede ampliar sus posibilidades y aflojar la tensión, que a menudo era insoportable. Quizá podrá volver a dormir y disfrutar de lavida. Tal vez resulte más agradable para sus semejantes y no una persona tan quisquillosa y rígida, y es posible que incluso aprenda a respetar la debilidad de los demás.
Cuando haya podido distanciarse un poco verá que, en principio, también la imperfección, la flexibilidad y la inconsecuencia tienen un sentido y que usted no es en modo alguno un ejemplo de validez universal sino una persona concreta entre otras muchas.
Con una postura de este tipo sus semejantes le harán más caso, pues les deja la libertad de decidir y la posibilidad de elegir.
La dura cáscara de su imposición, que le permite llegar a la meta sin tener en cuenta las pérdidas, se volverá más transparente hacia nuevos conocimientos. Aunque su unilateralidad le proporciona un gran éxito en cierto sentido, en muchas otras áreas le empobrece. Es importante para usted recuperar el equilibrio, no mantenerse permanente en un estado de alta tensión, no sólo inspirar sino también espirar. Cuando consiga quitarse las anteojeras de su convicción, verá lo diverso que es el mundo y que otras opiniones tienen también derecho a seguir su propia vía.
Seguramente, un general de sus cualidades tendrá grandes éxitos en la guerra y un misionero difundirá sus creencias, pero ¿estamos en guerra o son paganas todas las personas?  ¿Le gusta realmente pisar en un prado virgen y encontrar después sus huellas en forma de hierba aplastada?¿Le gusta realmente obligar a sus hijos a que sigan su opinión y su perfeccionismo o forzar a otras personas a que le sigan? ¿Son más felices o les va mejor a aquellos a los que usted ha inculcado el bien?
Por lo general, somos nosotros los que más hemos de padecer por nuestros errores. Si abusa de la fuerza que lleva congénita, ésta se volverá en su contra. El estrés, la inflexibilidad que muestra frente a los demás le esclavizaran después. El malestar que sienten quizás otras personas al estar a su lado, pues quieren sustraerse a su influencia, recaerá sobre usted porque usted misma ya no puede vivir libre y relajada, porque el prado que ha pisoteado se encuentra en realidad en su propia alma.
La verbena no le quita la fuerza, pero le puede ayudar a aplicarla con sentido, en el momento correcto y en el lugar adecuado, para su propio bien y el de sus semejantes, y no olvidar que todo tiene su medida justa.



jueves, 12 de marzo de 2015

Somos los creadores de nuestras propias caras



Cuando una planta comienza a crecer lo hace de un modo perfecto y uniforme. Las primeras hojas y brotes son idénticos en cada en cada uno de los individuos de esa especie, pero las condiciones particulares existentes en cada lugar irán lentamente distorsionando y condicionando el crecimiento de la planta de un modo que, con el tiempo, será característico de cada una de ellas concreto. Así un árbol expuesto a los vientos marinos del oeste se dobla de un modo particular, mientras que otro que crece junto a un muro puede quedar desmochado de un lado o deforme. En ambos casos el árbol concreto al que miramos es sólo una variación del crecimiento a partir de lo que puede considerarse como la 'imagen perfecta' del árbol tipo de esa especie.

Lo mismo sucede con los seres humanos, los patrones psicológicos particulares crean un ritmo especifico en el cuerpo que puede distorsionar su funcionamiento normal. Un árbol no puede rehacer su forma, pero al hombre le es posible cambiar de forma activa sus condiciones físicas al modificar sus patrones psicológicos de vida. Si una persona que ha sufrido constantemente de miedo pue de liberarse de ese miedo ello tiene un efecto real observable sobre el cuerpo físico. Los remedios de Bach pueden pueden instrumentar la aparición de esos cambios. Si suponemos que cualquier estado psicológico, tal y como Bach los define, tiene un patron particular asociado y que ese patrón actúa como una lente que distorsiona la luz pura que irradia del alma de hombres y mujeres, entonces los remedios actúan y permiten el libre paso de la energía clara y pura hacia el cuerpo físico.

Extracto de Remedios Florales del Dr. Bach, Julian Barnard.

sábado, 8 de febrero de 2014

El 'método solar'.....



Los 38 remedios fueron descubiertos por Bach mediante una mezcla de intuición y sufrimiento. Era una hombre de una sensibilidad extraordinaria y por ello, una vez que había reconocido el patrón de mal estar que pretendía sanar, era capaz de sentir cual era el remedio apropiado. Muchos de los estados que posteriormente encontró un antídoto, los experimentó en si mismo en forma de un intenso sufrimiento, tanto mental como físico. El sufrimiento personal que acortó su vida, pues murió en 1936 cuando contaba 50 años, fue sin embargo, el camino más seguro para encontrar el remedio buscado en cada caso. Los remedios han sido designados a partir del nombre de las flores pues, de hecho, lo que representa la cualidad sanadora (el patrón armonizador) no es la planta sino la energía que se encuentra contenida en la flor, energía que es extraída por el método más cuidadoso y, al mismo tiempo, más simple. El modo de hacerlo es tomar un bol de cristal fino que llenaremos con agua fina de manantial. A continuación cubrimos toda la superficie del agua con aquellas flores que hemos recogido previamente, colocando entonces el bol bajo la luz solar durante tres o cuatro horas, o incluso, menos tiempo si observamos que las flores muestran signos de marchitación. Todo el proceso debe realizarse en días claros, soleados y sin nubes, y las flores deben de encontrarse en perfecta floración. Por un proceso de alquimia natural, la energía sanadora que se encuentra contenida en las flores es transferida al agua. Terminado el proceso, las flores se retiran de la superficie del agua y el liquido resultante se hecha en botellas que contendrán un volumen equivalente de brandi (un buen cognac), que actua como conservante. Este es el llamado 'método solar'. 

martes, 12 de febrero de 2013

CASTAÑO COMÚN - SWEET CHESTNUT


Hay un estado en que sólo impera la oscuridad, en el que se ha perdido toda orientación, toda esperanza, incluso nuestra misma fe,en el que no pueden `penetrar la luz ni el calor, en el que no sabemos de nada. Las flores han perdido su color, los pájaros están mudos y ya no existe el contacto con el mundo y con nosotros mismos.

Es una prisión en la que la vida se ha parado, pero no sabemos como romper las cadenas y destruir el calabozo. Es el momento de la desesperación, en el que un ser humano ya no puede soportar la pena, ya no puede rezar ni gritar, no puede ya defenderse.

¿Te encuentras en un estado de este tipo? ¿No puedes ya más? ¿Crees que se va acercando el día en que en un acto de desesperación destruirás todo?¿Percibes la autoalineación, la perdida de todo contacto? ¿Ha llegado tu estado hasta este punto quizá en los últimos años, meses o semanas? ¿Has luchado y soportado? ¿Has intentado aguantar todo y te encuentras ahora al límite de tus fuerzas?

Entonces necesitas castaño común, que se obtiene de las flores blancas de este árbol. Lleva consigo la fuerza de arrojar luz a la oscuridad de las almas atormentadas. Puede soltar las ligaduras interiores, abrir la puerta del calabozo al que la persona se ha arrojado en su intento de resistirlo todo.
Sabes que el estado al que has llegado tiene unos largos antecedentes, que has soportado mucho y que a menudoo has llegado hasta el límite de tus fuerzas. Has intentado soportar sin quejas el destino y sus pruebas. Te has hecho el desentendido y te has opuesto  a la presión de circunstancias superiores. Hasta ahora has conseguido no caer al suelo. Para realizar esta tarea fue necesaria mucha fuerza e inflexibilidad. Te has encarado a la vida. Pero para ello fue necesario reprimir algo en ti mismo.
No quisiste aceptar el hecho de que tambien eres una persona débil. Quisiste seguir siendo dueño y señor de tu destino. No te has permitido ninguna debilidad, no has pedido nunca ayuda, has apartado todos los sentimientos y tendencias. No querias ser débil y estar lleno de errores. Querías crecer oponiendote a la vida.
Tu punto fuerte es poseer una gran fuerza y autodisciplina. Pero se ha convertido en tu debilidad. Quisiste ser un superhombre y estas a punto de derrumbarte. Te has acostumbrado a desatender todos los sintomas de debilidad, todas las llamadas de desesperación de tu interior.Pero la vida está llena de altibajos, es un permanente ritmo de eitos y de derrotas diarias. Al subir o al caer vemos su dinámica y sólo nuestra disposición a entregarnos, a dejarnos guiar por ella en las cumbres y los valles más profundos, puede completarse nuestro desarrollo humano.

Es cierto que hay personas cuya fuerza es tan fuerte que puede soportar cualquier golpe del destino aparentemente inconmovibles y sin inmutarse, pero se trata de monumentos de hierro en cuyo vigor se ha ahogado la vida. Son como viejos árboles rígidos , cuyo único movimiento es romperse bajo la violencia de una tormenta.

También tu has llegado ahora a un punto al que tu vida te ha arrastrado sin darte cuenta. Te has descuidado de reaccionar humanamente en todo instante y a su debido tiempo, sentir y vivir tus sentimientos-también los dolorosos- y deducir de ahí verdades y conocimientos, dejándote formar por ellos. Has cortado la comunicación con la fuerza superior que tambien llamamos Dios. Querías controlar tu mismo tu vida en lugar de reconocerle como maestro. Has renunciado a doblegarte ante los vientos y has abusado de la gran fuerza para resistir incluso las grandes tempestades.

El castaño común te puede ayudar a vivir y a reencontrar tu lado flexible, humano y débil. Te permitirá volver a ver la luz al final del túnel,pero eres tu quien tiene que dirigirse allí.Tu estado actual te puede suponer un momento de cambio. Con cada paso que salgas del calabozo, crecerá el reconocimiento de tu debilidad humana y tu disposición a aceptar el destino, incluso en su lado doloroso. Podrías convertirte en el árbol vigoroso, que sin embargo no haya perdido la elasticidad para doblarse ante la tormenta. Podrías darte de nuevo cuenta que un pajarillo, una flor diminuta, un niño indefenso, son más fuertes y tienen más vida que tu, ya que confian en la vida, en la tormenta y en el destino, y aunque se agiten de un lado para otro, siempre vuelven a levantarse.

Tu vida te ha planteado muchas pruebas y las has superado. Aunque todavía te mantienes de pie, tienes la columna vertebral a punto de romperse. Percibes que estas al límite de tus fuerzas y que necesitas ayuda desde el exterior. El castaño común te la puede proporcionar. Pero te dará también el conocimiento de que los seres humanos sólo podemos ser dueños de nuestra vida si nos subordinamos a ella, si damos lo mejor de nosotros y nos esforzamos con todas nuestras fuerzas por hacer lo correcto, pero, al mismo tiempo, conociendo nuestra debilidad, estamos dispuestos a confiar en la fuerza superior que nos ha puesto en este mundo, que nos ha dado fuerza y debilidad y que ha establecido en nuestra ley interna el curso de nuestra vida. Nunca nos rechaza en realidad por mucho que nos alejemos de ella, por mucho que intentemos combatirla y vencerla, sino que siempre está dispuesta a acogernos de nuevo se queremos volver a vivir, aunque no en la forma que nosotros consideramos correcta, sino con luz y con sombra, alegría y dolor.

No intentes ahora analizar tu vida y controlarla, sino sentirla. Cuando comprendas que no puedes entenderla, habrás aprendido lo más importante. Dejate caer, abre tu corazón, tu lado débil, tu puerta interior, para que pueda volver a circular y puedas llenarte de color y luz, calor y fuerza.


Haya - Beech



¡ No entiendo cómo alguien puede ser así! o ¿ Por qué hay tanto mal en el mundo?

Podrían venir de ti estas o similares observaciones y preguntas?
¿ Te resulta a menudo "imposible" o incluso reprochable el tipo de determinadas personas, su modo de vida, su ropa,sus opiniones o su comportamiento? Pero, a pesar de todo, ¿ intentas no rechazarlas ni juzgarlas sino, al contrario, ser comprensivo y en lugar de lo negativo ver más lo positivo en ellas? en otras palabras: Quieres poder reconocer lo que es correcto y hermoso, sobre todo en aquellas personas o circunstancias que a primera vista te parecen falsas o malas?

Entonces perteneces a esas personas a las que les conviene Haya, que se obtiene de las flores de este árbol. Mejorará tus trastornos y te hará más tolerante.

Es posible que te preguntes " no me esfuerzo siempre en conseguir una mayor tolerancia? ¿ Critico a mis semejantes, les hago malos? Y ¿por qué no fomento hasta donde pueda lo bueno y correcto?" No esperaras que esto te ayude en tu deseo de una mayor tolerancia y una perspectiva de la vida más positiva, puesto que hasta ahora no has tenido claro que en realidad se manifiesta una intolerancia profundamente arraigada.

¿ Qué está entonces equivocado en mis planteamientos? te preguntarás.
"¿No estaría mejor el mundo si todos los seres humanos pensaran como yo y procuraran más el bien allí donde hay tanto malo y falso? ¿ No habría menos injusticia, prejuicio y persecución y no se ayudaría así un poco a los seres humanos?"

Este pensamiento resulta realmente atractivo y parece constituir la solución a los problemas del mundo. Pero ya que no se basa en el deseo de verdad sino en la comodidad y en la paz superficial, no puede conducir a algo realmente bueno.Equivale a la postura que popularmente se designa como " ver el mundo con gafas de color de rosa". Se quiere edulcorar la vida con una mentira-por bella que sea-, no se quiere percibir lo desagradable, sobre todo lo que uno mismo lleva. Simplemente sustituyendo lo presuntamente malo por lo llamado bueno se intenta crear un mundo "sano" artificial que, no obstante, a largo o corto plazo finaliza en una catástrofe o en una enfermedad. Nuestra Alma, que siempre aspira a la verdad y que determina nuestra vida, nos demuestra de una forma que no tiene pérdida que hay algo que no concuerda.

Por respetar ese estado carente de bien no mejorarás. Un medio ambiente insano, por ejemplo, no perderá su peligrosidad porque le demos poca importancia y porque en lugar de los humos apestosos de la industria sólo veamos hermosas puestas de sol. De todas las maneras nos arruina.Pero la cuestión no es esta discrepancia entre la apariencia y la realidad. Tiene mucho más peso el hecho de que tu gran disposición a ser más tolerante y a ver más lo bueno es sólo una maniobra de desorientación inconsciente de tu psiquis. Te ahorra el desagradable reconocimiento de que tienes una fuerte tendencia hacia la intolerancia... Evitas además la dolorosa discusión con aquellos "malos" que aunque aparecen en tu entorno, en realidad se encuentran sobre todo en ti mismo.No quieres superarlo en el fondo sino sólo apartarlo y ocultarlo tras algo (presuntamente) mejor. Esta maniobra la consideras tolerancia, pero en realidad es sólo un disfraz de una intolerancia arraigada, pues cuando se quiere mejorar algo es que primero se ha juzgado insuficiente.
Se tiene entonces que: lo que no queremos en nosotros no lo expulsamos de la imagen que tenemos de nosotros mismos sino que lo trasladamos hacia el exterior, "reconociéndolo" en nuestros semejantes, en el entorno o en las circunstancias de la vida. Allí podemos combatirlo  sin implicarnos personalmente: los otros son los malos y perversos, nosotros, por el contrario, las víctimas. Ya que un conocimiento que no es al mismo tiempo un autoconocimiento carece de valor y en realidad sólo llevamos a cabo luchas aparentes y trifulcas, no encontramos entonces nuestra paz interior o, como máximo, un cierto aligeramiento superficial.

Esto puede observarse muy bien en aquellas personas que llenas de autolegitimidad y convicción persiguen por todos lados a los malos y nunca se les ocurre que ellos mismos no son mejores. Ya que huyen ante la verdad, carecen de naturalidad, están agarrotados y agitados en su fondo.
Los seres humanos de este tipo tienden a sacar consecuencias sobre otros a partir de ellos y obligarles a hacer lo que consideran bueno. A menudo saben más lo que le conviene a otra persona que ellos mismos y olvidan que cada uno de nosotros tiene nuestra propia ley que hemos de cumplir. Opinan por ejemplo, que una buena persona ha de ser pacífica  y sacrificada si ellos lo son o agresiva e impositiva si ésa es su naturaleza. Además siempre están llenos de buenas intenciones. "¡ Lo digo por tu bien ! aseguran mientras intentan forzar en otro su propio ideal.

Es peculiar de los intolerantes de tipo "haya" no cuestionarse nunca ellos mismos. En lugar de esforzarse por su propio progreso, lo esperan de sus semejantes. Viven así inconscientes de su naturaleza en los otros y les someten a una considerable presión moral apelando a valores humanos supremos.
Esto se observa con especial frecuencia entre los líderes espirituales o religiosos y entre los servidores de la humanidad. Predican el desprendimiento, el autosacrificio o la renuncia como único camino hacia la perfección del ser humano, por lo general sin darse cuenta que de este modo ellos mismos se adhieren a la norma general y se alejan de su propio perfeccionamiento humano. Los representantes de la no-violencia acostumbran así a servirse de la máxima violencia. por ejemplo, Mahatma Gandhi alcanzó sus objetivos sólo mediante una extrema presión psicológica y moral. Sólo era pacífico a nivel físico, mientras que en el espiritual luchaba con el máximo ahínco. Su vida finalizó con un acto de violencia. Esta constatación no debe disminuir en absoluto la grandeza de su personalidad y sus logros sino que debe servir para que nos libremos de la imagen que nos hacemos de él, de las ideas superficiales de un ideal no verdadero, y afinar la visión del fondo de la vida. Para nuestra autorresponsabilidad y nuestra salud psiquíca es imprescindible que seamos conscientes de la relatividad de los ideales y los tabúes y que no permitamos que nos invada una moral ajena, por noble que pueda parecer. Gandhi era una persona extrahordinaria y su postura fue única. Pero no tiene una validez universal, pues cada uno de nosotros tenemos nuestra propia estructura interna, que determina su moral personal. Uno ha de ceder y sacrificarse, pero otro debe luchar e imponerse. Sólo es "bueno" quien sigue su voz interior y cumple sus disposiciones.

Para las personas "Haya" un conocimiento de este tipo es particularmente importante, pues tiende a prejuzgar o condenar a los demás e imponerles su propia moral. Suele pasar por alto el hecho de que toda persona posee su propia ley interna y primigenia, que le diferencia de los demás y determina el curso de su vida. En todos nosotros existe el conocimiento de lo que es "correcto" y "falso" y significa algo distinto y propio. Lo que para uno no vale puede ser esencial para otro ser humano. Únicamente podemos intentar darle los mismos derechos que reivindicamos para nosotros.

Cada afirmación que hacemos y cada juicio que emitimos es, sobre todo, reflejo de nuestro estado interior y de nuestra comprensión personal de la vida y de nosotros mismos. Ya sea que convenzamos a alguien de algo (para nosotros) totalmente claro, le protejamos contra algo (para nosotros) bueno, siempre proyectamos nuestro mundo interior hacia el exterior. Pero al no ser por lo general conscientes de ello y por que cuanto menos nos conocemos más convencidos estamos de que todos ven el mundo con nuestros ojos, nuestra comunicación interpersonal se configura a menudo de modo tan problemático. Y ya sea "con buenas intenciones"o no, partiendo de esta postura siempre intervendremos de modo perturbador en las vidas ajenas.

Sólo cuando comencemos a reconocer la limitación y la relación propia de nuestra visión del mundo, estaremos en condiciones de tolerar también la naturaleza distinta de nuestro prójimo, que no tiene nada que ver con inferioridad, de dejarles que se desarrollen según su modo peculiar y de encontrar su armonía personal.  

Haya te ayudará a sentir mayor tolerancia frente a las otras personas y a dejarles vivir a su modo. Puede conseguir además la capacidad de ampliar tu horizonte y aprender de los demás, pues también ellos tienen razón, a su modo y referidos a ellos mismos. Cuanto mayor sea la estrechez de mente con la que contemples el mundo menos tendras de él. Haya te permite ampliar el círculo estrecho de tus conceptos. Esto no debe significar que te ocultes o que debes adoptar opiniones ajenas, te dará la posibilidad de vivir en una comunidad humana caracterizada por la tolerancia y el respeto mutuo, pues tampoco tu quieres ser criticado, juzgado o llevado "por el buen camino". "Lo que no quieras para ti no lo desees para los demás!: es lo que se dice y que también rige para lo presuntamente bueno que "hagamos" a los demás.

Es importante para ti aprender a verte y tomarte a tí mismo y al mundo tal como es, sin valoraciones orales ni idealizaciones y sin querer siempre mejorarlo todo. La vida es la verdad; está por encima de nuestra moral orientada hacia las ventajas. Es "buena" y "mala" al mismo tiempo y en realidad ninguna de las dos cosas. Todo lo que es, es correcto porque es la expresión de la Fuerza Que Actúa sobre Todo, que llamamos Dios. Cuanto menos debas exponerte tanto más podrás entregarte sin condiciones, más libre, feliz y sano seras.Cuando te reconcilies con la realidad de tu vida-cualquiera que sea el aspecto que tenga- cuando en lugar de criticarla de modo prematuro le encuentres su sentido, ya no necesitaras enfermedades ni dolencias pues éstas no son más que la expresión de conflictos interiores e intentos de tu alma por encontrar la verdad y recuperar la paz interior.


domingo, 20 de enero de 2013

¿Qué hacemos en Yoga Terapia?

Si los problemas son físicos, nos ocupamos para que corrijas los hábitos que han causado el mal-estar y recuperes la salud.

Te enseñamos a respirar conscientemente para que descubras el potencial en ti y recuperes la tranquilidad e incrementes la paciencia, reduzcas el estrés, la ansiedad y mejores el flujo de la energía a lo largo de los meridianos del cuerpo.

Las posturas, los movimientos y las posiciones de las manos del Kundalini Yoga tienen un poder sorprendente sobre el estado físico del cuerpo. El yoga siempre incluye el control de la respiración, que por sí misma es una fuerza singular para restablecer la salud. Cuando las posturas, los ejercicios de respiración, los movimientos, las posiciones de las manos, la concentración mental y los mantras de la meditación se hacen en el orden adecuado el resultado es un equilibrio en todos los aspectos del ser.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Clematis - Clemátide: Conciencia del presente


Clemátide (Clematis vitalba), la tercera planta medicinal que descubrió Edward Bach, es una planta trepadora y leñosa, una verdadera liana como las que sólo se encuentran en los bosques primitivos tropicales. Crece hacia la luz, cubriendo matorrales, setos y árboles alcanzando los doce metros de altura.
Sus flores son bastante discretas, a diferencia de las del mímulo o de la impaciencia, que son de variado colorido y más bien ostentosas. De cuatro sépalos poco vistosos, de color blanco y cubiertos de pelos (carece de pétalos), surgen numerosos estambres y carpelos blanquecinos que dan a cada flor el aspecto de una nubecilla. Estas cabecitas radiales se agrupan formando inflorescencias umbeladas que salen de las axilas de la hojas vegetativas superiores. Todo el conjunto es delicado, romántico. Un suave aroma, que recuerda al del espino albar, atrae a los insectos para la fecundación. Cuando las diminutas nueces maduran, los estilos adquieren una coloración blanco plateada. Los inflorescencias se convierten en ramilletes plumosos y lanosos por lo que popularmente la planta también es denominada "Barba de Anciano". Durante el invierno las semillas permanecen en la planta madre hasta que los tormentosos vientos primaverales las liberan de los desnudos tallos y las alojan al entorno.
Las flores son formaciones de simetría radial de aspecto bastante inocente, donde no se sospecharía una influencia "animal" astral. Lo animal, sin embargo, se ha transladado a las hojas y al tallo. La planta crece como una serpiente enroscándose en las ramas de los demás habitantes del bosque. Los pedículos, incluidos los de las hojas pinadas, son capaces de sujetarse allí donde encuentren suficiente firmeza.
La clemátide es una de las 1200 especies que integran la familia de las ranunculáceas. Estas familia, o su deva, es extraordinariamente creativa y fantasiosa. Al igual que un artista en busca de su estilo, ha probado prácticamente todas las formas de hojas, flores y colores. Esta variedad parece haber surgido en una oleada de desbordante imaginación: el casco azul del acónito, las flores azules y espinosas de la pajarilla, el amarillo azufre del botón de oro, los variadísimos colores de las peonías, las delicadas anémonas y muchas otras. Las formas de sus hojas también son variadas: aparte de las formas predominantes "de pata de gallo" existen numerosas otras variedades que van desde las carnosas hojas en forma de corazón de las caltas hasta los hojas alargadas del ranúnculo acuático. En ocasiones, como ocurre en el diente de león, durante la metamorfosis de crecimiento aparecen en una misma planta todas las formas posibles de hoja, desde las redondas hasta la plumosas.
Durante la época de floración también se puede observar la plasticidad de esta familia. La clemátide florece desde finales de junio hasta comienzos de septiembre, mientras que otras especies florecen desde principios de la primavera hasta finales del otoño.
Las ranunculáceas son plantas herbáceas que requieren aire fresco y mucha humedad; su nombre en latín ranunculaceae (como ranita) hace referencia a esta necesidad. No temen al frío; eléboro negro (rosa de Navidad) y erenthis hiemalis florecen incluso cuando hay nieve. La clemátide, no obstante, constituye una excepción en este sentido. Es la única de la familia que se propaga hasta los trópicos y se adapta al calor. Debido a sus ansias de luz y altura se la podría llamar la idealista entre los ranúnculos.
Muchas especies de esta familia contienen savias no aptas para comer. En la época de la medicina "heroica" se preparaba un remedio para las ampollas, de efectos irritantes para la piel, que se obtenía a partir de diferentes ranunculáceas. Los campesinos incluso utilizaban la hierba de San Cristóbal para tratar las heridas purulentas del ganado.La clemátide no es una excepción en este sentido. Los mendigos empleaban antaño la savia corrosiva de la clemátide para simular horrendas tumoraciones, motivo por el cual los franceses siguen llamando a esta planta herbe-aux-gueux ( Hierba de los mendigos). En homeopatía, Clematis se emplea para las inflamaciones de la piel, los trastornos del sistema linfático y del sistema genital masculino. Los indios también trataban la sarna y los eccemas con infusiones de esta planta.
La herbolaria astrológica clasifica a Clematis bajo el signo de Marte debido a su fogosidad, y bajo el de Saturno debido a su leñosidad. Por otro lado, esta trepadora levógira (como los vientos) posee un aspecto lunático, en contraste con el de las dextrógiras "regidas por el sol" como el lúpulo. Los campos de fuerza dextrógiros, tanto si se manifiestan en la radiación de la Tierra o en los campos vitales de las plantas, provocan un aumento de la densidad, una materialización o encarnación y un endurecimiento. Los campos de fuerza levógiros, en cambio, tienen efectos disolutorios, desmaterializadores y excarnadores; esto es al menos lo que afirman las personas sensibles que se ocupan de estos fenómenos.
Quizá fuera esta también una de las propiedades que percibió Bach cuando descubrió en la flor de Clematis un remedio para las personas que sueñan despiertas, que huyen de la realidad y aquellas que tienen poca vitalidad. Del mismo modo que la clemátide, que escapa al oscuro suelo del bosque(prefiere los suelos calcáreos "lunáticos" y dirige sus flores hacia la luz, esta esencia floral eleva los estados de ánimo apagados, lunáticos y hace surgir un interés nuevo y vivo por el aquí y el ahora. La ensoñación dará paso a un idealismo creativo y práctico.

Extracto: Flores que curan el Alma, M. Scheffer y W.D. Storl